domingo, 14 de diciembre de 2008

Epicuro

Epicuro (341 a.C.-270 a.C.), filósofo griego nacido en la isla de Samos en el seno de una familia ateniense, y educado por su padre, que era maestro, y por varios filósofos. A los 18 años se trasladó a Atenas para cumplir su servicio militar. Después de una breve estancia, en el 322, se reunió con su padre en Colofón, donde empezó a enseñar. Sobre el 311, Epicuro fundó una escuela filosófica en Mitilene, en la isla de Lesbos, y dos o tres años después fue director de una escuela en Lampsaco (hoy, Lâpseki, Turquía). De regreso a Atenas en el 306, se instaló allí y enseñó sus doctrinas a un devoto grupo de seguidores. Como las enseñanzas tenían lugar en el patio de la casa de Epicuro, sus seguidores fueron conocidos como los ?filósofos del jardín?. Tanto las mujeres como los hombres frecuentaban este lugar, y esta circunstancia provocó numerosas calumnias sobre las actividades que allí tenían lugar. Estudiantes de toda Grecia y Asia Menor acudieron para incorporarse a la escuela de Epicuro, atraidos tanto por su carácter como por su inteligencia.
Epicuro fue un autor prolífico. Según lo que acerca de su vida refirió el historiador y biógrafo del siglo III d.C. Diógenes Laertes, a su muerte dejó 300 manuscritos, incluyendo 37 tratados sobre física y numerosas obras sobre el amor, la justicia, los dioses y otros temas. De sus escritos, sólo se han conservado tres cartas y algunos fragmentos breves, incluidos en la biografía de Diógenes Laertes. Las principales fuentes sobre las doctrinas de Epicuro son las obras de los escritores romanos Cicerón, Séneca, Plutarco y Lucrecio, cuyo poema De rerum natura (De la naturaleza de las cosas) describe el epicureísmo en detalle.

El destino (principio y final)

El destino.

¿La historia de cada una de nuestras vidas está escrita desde el día en el que nacemos?.
¿Podemos cambiar el curso de los acontecimientos?
La verdad no se que pensar, si las respuestas a estas preguntas son afirmativas, ¿entonces para que vivimos?, ¿para qué existimos?, ¿tan solo somos unas marionetas dirigidas por un ser superior?
Hoy alguien que me importa me ha dicho que si tenemos un destino, ¿dónde está escrito nuestro guión?
Desde luego de lo que estoy seguro es que nadie puede huir y es lo que este relato habla, del poder de la muerte.


Cuento sobre la muerte

Vivía en Bagdad un comerciante llamado Zaguir. Hombre culto y juicioso, tenía un joven sirviente, Ahmed, a quién apreciaba mucho. Un día mientras Ahmed paseaba por el mercado, se encontró con la Muerte que le miraba con una mueca extraña. Asustado, echó a correr y no se detuvo hasta llegar a casa. Una vez allí le contó a su señor todo lo ocurrido, y le pidió un caballo diciendo que se iría a Samarra donde tenía unos parientes, para de ese modo escapar de la muerte.
Zaguir no tuvo inconveniente en prestarle el caballo más veloz de su cuadra, y se despidió diciéndole que si forzaba un poco el caballo podría llegar a Samarra esa misma noche.
Cuando Ahmed se hubo marchado, Zaguir se dirigió al mercado y al poco rato encontró a la Muerte paseando por los bazares.
"?Por qué has asustado a mi sirviente? - preguntó a la Muerte-.Tarde o temprano te lo has de llevar, déjalo tranquilo mientras tanto"... "Oh, no era mi intención asustarlo - se excusó ella-, pero no pude evitar la sorpresa que me causó verlo aquí, pués esta noche tengo una cita con él en Samarra"


Qué es el destino?

Destino es la supuesta fuerza sobrenatural que guía las vidas de los hombres de forma necesaria y, a menudo, fatal. En la cultura occidental la mayoría de las religiones han creído en formas de destino, especialmente relacionada con la predestinación.
El destino es una idea metafísica y como tal está sometida a interpretaciones. El destino sería la sucesión incognoscible e inevitable de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo cuya consecuencia es uno o más hechos futuros, así como la red de posibilidades del futuro a causa de las acciones presentes y los acontecimientos pasados.
El destino se relacionaría con la teoría de la casualidad que afirma que «toda acción conlleva una reacción, dos acciones iguales tendrán la misma reacción», a menos que se combinen varias causas entre sí haciendo impredecible a nuestros ojos el resultado.
Nada existe por azar al igual que nada se crea de la nada. Todo tiene una causa, y si tiene una causa estaba predestinado a existir desde el momento en que la causa surgió. Debido a que la inmensa cantidad de causas es impensablemente inmensa, nos es imposible conocerlas todas y enlazarlas entre sí.
Desde un punto de vista religioso el destino es un plan creado por Dios, por lo que no puede ser modificado de ninguna manera.